lunes, 28 de septiembre de 2009

Dictaduras y medios privados.

Pascual Serrano.
Correo del Orinoco.

Hasta ahora pensábamos que lo que deseaba una dictadura era poseer, desde el gobierno, los medios de comunicación, sin embargo eso ha cambiado. Los golpistas de Honduras, cuando derrocaron a Manuel Zelaya y tomaron el poder el pasado mes de junio, cerraron el canal público de televisión, Canal 8, y en agosto anunciaron que el Estado lo abandonaba y entregaría la frecuencia radioeléctrica que ocupaba al empresario Elías Asfura.

Eso confirma que la empresa privada puede ser más adecuada para custodiar los intereses mediáticos de un gobierno golpista neoliberal. Si el canal continuase siendo público, se corre el riesgo de que un cambio hacia un gobierno más democrático permitiese recobrar el espíritu de interés público en el canal estatal. Privatizándolo de forma definitiva ya queda al servicio del mercado y del neoliberalismo.

Mientras los voceros neoliberales se escandalizan por la existencia de medios de comunicación públicos y presentan a los privados como “independientes”, la realidad nos muestra que, una vez más, mercado y dictadura coinciden en un mismo modelo de medios de comunicación: en manos de empresarios.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Los Ciudadanos que Queremos.


El derecho de los estudiantes universitarios a disentir de lo planteado por sus profesores, está contemplado en algunas de las leyes universitarias.   Este y muchos otros derechos no se cumplen, principalmente por el desinterés mostrado por parte de los propios estudiantes, a conocer sus derechos, y por lo tanto al desconocerlos, quedan imposibilitados de defenderlos.

Esta conducta tiene su origen en los valores promovidos desde la escuela primaria y secundaria, donde los regímenes disciplinarios son tolerantes con las conductas lumpen y son intransigentes con cualquier disenso, crítica o ejercicio democrático no tutelado.

Los sucesivos gobiernos pos invasión borraron del mapa las Asociaciones Federadas de los colegios (sólo queda la del Instituto Nacional) y las reemplazaron por unas zonzas elecciones de “directivas” de graduandos y pre graduandos, elección de diputados juveniles, etcétera, los cuales no pueden decidir nada que este fuera del guión de las autoridades educativas.  Dentro de estos mecanismos “democráticos” donde se forman los futuros ciudadanos de la patria, queda claramente definido que todo aquel estudiante que no siga el papel impuesto, enfrentará las sanciones correspondientes a su osadía.

De esta forma la educación primaria y secundaria se encarga de domesticar al estudiante, preparándolo para una vida individualista –con la competitividad entre ceja y ceja- y sumisa, ya sea en las aulas universitarias o en el plano laboral.  Se aprende a aceptar la ponderación del voto para elegir las autoridades universitarias, se acepta la subordinación de los derechos de los trabajadores a los intereses empresariales, en nombre de una sana economía nacional, en síntesis, se aprende a aceptar las jerarquías que impone el sistema.

El estudiante aprende que al aula sólo se va a estudiar (que en lenguaje oficial significa, sólo pensar en lo propuesto por el profesor), graduarse y salir al mercado laboral a ganar dinero, eso en el mejor de los casos, pues sucede que al mismo tiempo que las estructuras educativas cierran la puerta a la libertad de pensamiento, la abren complaciente a la cátedra dictada por los medios de comunicación comercial –sobre todo algunos medios radiales- que fomentan el hedonismo como forma de vida.

Desde el Estado burgués no tienen ningún interés en cambiar esta situación, a lo más que podrían aspirar, con muy buena voluntad, es a crear un modelo “eficiente que responda a las necesidades del mercado”, pero en lo que respecta a la democratización y el ejercicio de las libertades de los estudiantes, la conquista de esos espacios es una lucha que se debe emprender desde abajo, confrontado los valores de la democracia participativa, a las mascaras oficiales y represivas.

Hay que aprender a desaprender los años de domesticación impuestos por el sistema, lo que cual incluye no sólo a los estudiantes, sino que deberá contar con la acción consciente de los educadores, que con vocación permitan la participación responsable de los estudiantes, en la edificación colectiva de su futuro.

Si deseamos ciudadanos con conciencia crítica, conscientes de sus deberes y derechos, responsables y solidarios con el colectivo social en el que viven, se debe democratizar la educación.  Sin esto, todo lo demás queda en declaraciones de buenas intenciones, vacías y sin fondo.
-Luis Calvo Rodríguez.
Publicado en Kaos en la Red.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Era ésta la democracia que queríamos?


Carlos Olalla. 
Gara.

Cuando, a principios de los setenta, suspirábamos con el fin de la dictadura, muchos soñábamos con una democracia en la que pudiésemos, al fin, vivir libres y defender libremente nuestras ideas, fueran cuales fueran... Ante la disyuntiva de reforma o ruptura con el régimen franquista, finalmente se optó por la vía de la reforma y se aprobó una Constitución, la del 78, que, aunque no satisfacía a muchos, se aceptó como mal menor en gran medida gracias a la promesa de su futura reforma una vez consolidada la democracia. El ruido de sables y el riesgo de involución eran demasiado altos como para exigir una constitución más avanzada. Han pasado ya más de treinta años desde entonces, nuestra democracia está más que consolidada, pero esa Constitución es más inamovible que nunca. Recordando viejos tiempos, podríamos decir que todo está atado y bien atado, poco importa que nuestra Constitución haya quedado completamente desfasada y que la realidad de nuestro país sea otra totalmente diferente a la de entonces.

Durante estos treinta años nos han repetido hasta la saciedad que en este país se pueden defender todas las ideas democráticamente, siempre y cuando se renuncie a la violencia para ello. Así, PP y PSOE diseñaron y aprobaron una ley, la Ley de Partidos, que ilegalizaba a los abertzales si no condenaban explícitamente la violencia. Ahora, gracias a esa Ley, el Partido Socialista, con el apoyo del Partido Popular, gobierna en Euskadi. No deja de ser curioso que el PP, cuyo fundador-presidente, Manuel Fraga, fue durante siete años ministro de Franco, nunca haya condenado la dictadura franquista; que el PSOE tampoco haya condenado expresamente la existencia de los GAL y los crímenes de estado que ocurrieron cuando gobernaba el país, o que la más alta institución del Estado, el Rey, elegido a dedo sucesor por el mismísimo Franco en 1969, nunca haya condenado la dictadura ni pedido públicamente perdón a las víctimas de aquella dictadura, una dictadura que asesinó a garrote vil a Salvador Puig Antich en Marzo de 1.974, y fusiló a Juan Paredes Manot Txiki, Angel Otaegi, José Humberto Baena Alonso, José Luís Sánchez Bravo y Ramón García Sanz en septiembre de 1975, ni siquiera dos meses antes de la muerte del dictador y de que él accediera a la Jefatura del Estado.

Pues bien, ahora resulta que en un pequeño pueblo catalán, Arenys de Munt, han tenido la iniciativa de convocar un referéndum de autodeterminación, el más elemental de los derechos reconocido hasta por las Naciones Unidas. Que yo sepa, no hay ningún grupo armado en ese pequeño pueblo que defienda la violencia, pero inmediatamente la Fiscalía del Estado ha acudido ante tamaña amenaza al orden establecido para que un juez intente impedir la aberración democrática que supone que el pueblo diga libremente lo que piensa. Uno de los más firmes adalides de la dictadura, Falange, ha acudido también presto en su ayuda para tomar las calles de Arenys ese día, para protestar por la celebración de ese referéndum y mantener el orden establecido.

Hace unos años, cuando la mayoría absoluta del Sr. Aznar gobernó este país a su libre albedrío y nos metió en una guerra contra la voluntad del 90% de la población, publiqué un artículo en el que decía que nuestro país se había perdido en la senda de la transición democrática y había llegado a una demofascia. Hoy, viendo el rodillo constitucional peperosocialista, viendo al más rancio nacionalismo español campar a sus anchas, son muchas las preguntas que me hago: ¿la democracia que queríamos perseguiría y condenaría a un pueblo que quisiese expresar democráticamente sus opiniones? ¿En esa democracia que queríamos, un tribunal, el Constitucional, podría estar por encima de lo que el pueblo ha aprobado en referéndum, que han acordado todas las fuerzas políticas de un parlamento autonómico, o que han aprobado por amplísima mayoría las Cortes Generales? ¿En esa democracia los miembros de ese Tribunal todopoderoso podrían haber sido elegidos a dedo precisamente por los dos partidos mayoritarios, el PP y el PSOE, que constituyen el frente constitucionalista y el más claro referente del nacionalismo español? ¿En esa democracia defender públicamente los derechos humanos y la situación de los presos vascos sería considerado apología del terrorismo? ¿En esa democracia quemar un cajero o romper la luna de un banco sería considerado acto de terrorismo si se hacía en Euskadi y simple gamberrada si se hacía en el resto del Estado? Son tantas y tantas las preguntas que deberíamos hacernos si de verdad queremos avanzar en el camino de la democracia...

A la Constitución de 1812 se la conoció como La Pepa. Al paso que vamos, a la del 78 pronto se la conocerá como La Paca, por haber sido la más firme valedora de aquello que, iluso de mí, quería creer ya superado y olvidado: «España: Una, Grande y Libre».


Carlos Olalla es actor


http://www.gara.net/paperezkoa/20090912/156283/es/Era-esta-democracia-que-queriamos

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Bush encabeza la lista de las declaraciones más absurdas, según una encuesta.

8 de septiembre de 2009, 04:07 PM
Londres, 8 sep (EFE).- La estancia de George W. Bush en la Casa Blanca es recordada por muchas cosas, entre ellas por las frases incoherentes y sin sentido que pronunció durante su mandato y que han otorgado al ex presidente estadounidense el dudoso honor de encabezar una "lista de las declaraciones más absurdas".
La lista ha sido realizada mediante una encuesta a través de internet por la aseguradora británica Aviva, con la participación de 4.000 personas, y tiene a siete políticos entre los diez primeros, acompañados de dos comentaristas deportivos y un futbolista.
George W. Bush es el único que aparece dos veces.
El "top ten" es el siguiente:
1.- George W. Bush, presidente de EEUU, el 5 de agosto de 2004: "nuestros enemigos son innovadores y tienen recursos, y nosotros también. No dejan de pensar nunca en nuevas maneras de hacer daño a nuestro país y a nuestra gente, y nosotros tampoco".
2.- Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, en la campaña electoral de 2003: "creo que el matrimonio gay debería ser entre un hombre y una mujer".
3.- Donald Rumsfeld, secretario estadounidense de Defensa, el 12 de febrero de 2002: "las informaciones que dicen que algo no ha pasado siempre me resultan interesantes. Hay cosas que sabemos que sabemos. También hay cosas desconocidas conocidas, es decir que sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero también hay cosas desconocidas que desconocemos, las que no sabemos que no sabemos".
4.- Murray Walker, comentarista de automovilismo: "el coche que va en cabeza es absolutamente único, excepto por el que va detrás, que es idéntico"
5.- John Motson, comentarista de fútbol: "para aquellos que estén viendo el partido en blanco y negro, los Spurs van de amarillo".
6.- Gordon Brown, primer ministro británico, 1 de julio de 2009: "el gasto público total seguirá aumentando y será de un 0 por ciento en el periodo 2013-2014".
7.- Bill Clinton en 1998 durante su testimonio ante el gran jurado del "caso Lewinsky": "depende de cuál sea es el significado de la palabra 'es'. Si 'es' significa 'es y un nunca ha sido', eso es una cosa; si significa 'no hay ninguno', entonces fue una declaración completamente cierta".
8.- Eric Cantona, futbolista, en 1995: "cuando las gaviotas siguen a la barca de arrastre, es porque piensan que las sardinas van a ser arrojadas al mar".
9.- George W. Bush, presidente estadounidense, el 22 de julio de 2001: "yo sé lo que creo. Seguiré expresando lo que creo y en lo que creo. Creo que lo que creo es lo correcto".
10.- Boris Johnson, alcalde de Londres, en 2003: "no podría discrepar menos contigo"

lunes, 7 de septiembre de 2009

La revelación de atrocidades de la CIA es recibida con un encogimiento de hombros.



Por: Ted Rall.
Traducido del inglés
para Rebelión por Germán Leyens

Al diablo con la Ley de Godwin – Es imposible leer el recién publicado informe de la CIA sobre la tortura de prisioneros musulmanes sin pensar en el Tercer Reich. 
El sadismo existe en toda cultura. Hace un siglo, por ejemplo, aventureros occidentales que visitaron Tibet informaron que las autoridades en Lhasa, esa supuesta capital del pacifismo, sacaban en públicos los ojos de criminales y arrancaban sus lenguas. Pero las atrocidades nazis fueron estilísticamente distintas de, digamos, el genocidio turco de los armenios o las masacres en Ruanda de comienzos de los años noventa. Los crímenes de guerra alemanes se caracterizaron por su metódica precisión, la aplicación de tecnología “racional” para aumentar la eficiencia, la capa de legalidad y la perversión de la ciencia médica.
Los crímenes nazis también se distinguieron por la indiferencia pública, que equivalía a un apoyo tácito. Ahora mismo, sólo un 25% de los estadounidenses dijeron al último Sondeo Pew que creían que la tortura era mala en todos los casos.
“El programa secreto de interrogatorio de la CIA operaba bajo ciertas reglas, y las reglas eran dictadas desde Washington en el detalle concienzudo y escalofriante adorado por todas las burocracias,” observó The New York Times. Tenemos mucho en común con los alemanes.
“En julio de 2002,” revela el informe desclasificado, un agente de la CIA “supuestamente utilizó una técnica de ‘puntos de presión’: con ambas manos sobre el cuello del detenido, manipulaba sus dedos para restringir la arteria carótida del detenido.” Otro agente “observaba sus ojos hasta el punto en el cual el detenido cabeceaba y comenzaba a desmayarse; entonces… sacudía al detenido para despertarlo. El proceso era repetido hasta un total de tres aplicaciones por detenido.”
La metodología de enjuague-enjabona-repetición en la tortura recuerda los experimentos del Dr. Sigmund Rascher en Dachau y un proyecto paralelo realizado por la infame Unidad 731 del ejército imperial japonés en Manchuria ocupada en 1942-32. Rascher, quien fue juzgado por crímenes de guerra después de la Segunda Guerra Mundial, congelaba o azotaba a los detenidos casi hasta la muerte, luego los reanimaba una y otra vez. Doctores alemanes y japoneses desarrollaron protocolos detallados que regían la severidad de la exposición a la que se sometía a los reclusos – protocolos capturados por las fuerzas de ocupación de EE.UU. y que fueron entregados a la OSS, predecesor de la CIA.
Así fue en las prisiones de la CIA en Guantánamo, Bagram, Diego Garcia, Europa oriental, Tailandia y otros sitios.
(O, para ser más exactos, así sigue siendo. Bush prohibió públicamente la tortura en 2006, pero sabemos que todavía continuaba en 2007. Obama supuestamente volvió a prohibirla este año, pero entonces su director de la CIA Leon Panetta dijo al Congreso que la agencia se reserva el derecho de seguirla aplicando. Hasta que se desmantele toda la red secreta de prisiones y se libere a cada uno de los detenidos, sería absurdo suponer que la tortura no continúe.)
Entre los tesoros verbales en los papeles de la CIA está la sección de “Empapamiento con Agua” de la sección de “Líneas directivas sobre apoyo médico y psicológico para la entrega, el interrogatorio y la detención de detenidos” que “permite que agua sea aplicada utilizando una manguera conectada al grifo del agua, o una botella o contenedor similar como fuente de agua.” Ah, la gloriosa guerra contra el terror. Los detenidos pueden ser empapados en agua fría de hasta 5 grados C durante hasta 20 minutos – no más tiempo, no más fría.
Para que conste, la pericia médica de la CIA es casi tan fiable como su sentido legal y moral. Cinco grados centígrados es terriblemente frío; 5 grados era la temperatura del Río Hudson cuando el Vuelo 1549 de US Airways se estrelló este año. (¿Recordáis las capas de hielo?) “Generalmente, una persona puede sobrevivir al agua a 5 grados durante 10, 15 o 20 minutos,” dijo el doctor Christopher McStay, médico en la sala de emergencias en el Hospital Bellevue de Nueva York a la revista Scientific American.
Como sus antecedentes de la Gestapo y de la SS, la CIA es muy burocrática. Los empleados de la CIA fueron informados de que “Se requiere aprobación anticipada de la Central para utilizar cualquier tipo de presión física [contra prisioneros].” Y esos permisos vinieron de la cumbre de la cadena de comando: la Casa Blanca, que ordenó a la Oficina del Asesor Legal y a otras ramas legales del gobierno federal que redactaran los memorandos “CYA.” Los memorandos, escribió Joshua L. Dratel en su introducción a "The Torture Papers: The Road to Abu Ghraib," [Los papeles de la tortura: El camino a Abu Ghraib] reflejan un “sistema enteramente orientado hacia resultados en el que los responsables políticos comienzan con un objetivo y trabajan a partir de ese objetivo.”
También recuerda el nazismo la absoluta ausencia de cortafuegos que ha llegado a caracterizar la conducta de altos funcionarios del gobierno. Regímenes totalitarios como Alemania nazi corrompen el aparato judicial al utilizar los tribunales para realizar sus políticas. La independencia judicial ha sido erradicada a comenzar con Bush y siguiendo con Obama.
El 28 de agosto, el New York Times informó: “En julio, Leon E. Panetta, el director de la CIA, trató de impedir la investigación [del programa de torturas de la CIA], dijeron funcionarios del gobierno. Envió al máximo abogado de la CIA, Stephen W. Preston, al Departamento de Justicia para persuadir a asistentes del Procurador General Eric H. Holder Jr. para que abandone todos los planes para una investigación.” Hay un término para esto: Obstrucción de la Justicia. Supuestamente no se debe influenciar el resultado de una investigación. Fue el punto seis del auto de acusación judicial contra el presidente Nixon.
Dicho sea en honor a Holder, ha nombrado un fiscal especial. En su contra habla que el alcance de la investigación es limitado: sólo se ocupará de funcionarios que fueron más allá de las directivas abusivas del gobierno de Bush (que permiten, como hemos visto, que se congele a gente hasta la muerte). No planifica ir en búsqueda de los peores criminales, que son los abogados y funcionarios del gobierno de Bush, incluyendo a los propios Bush y Cheney, quienes ordenaron los crímenes de guerra – y mucho menos de aquellos que como Obama los están encubriendo.
Debiera cambiar de opinión. Mientras lo hace, debiera encarcelar a Leon Panetta.
La instrucción de Holder incluye actualmente sólo 20 casos, que incluyen a detenidos que fueron asesinados por la CIA. Pero incluso será difícil procesar esos casos, informa The New York Times: “La evidencia, los testigos e incluso los cuerpos de las víctimas de presuntos abusos no han sido encontrados en todos los casos.”
Porque, sabéis, los cuerpos fueron quemados y tirados.
Ellos – la CIA – son nazis cuando cometen los crímenes.
Y nosotros somos nazis porque no nos importa. Sólo un tercio de los estadounidenses dijeron el 27 de abril a un sondeo de CBS News/New York Times que debiera haber una investigación de los crímenes de guerra de la era de Bush – y no les importa lo suficiente como para salir a las calles, menos todavía como para romper unos pocos vidrios. Los periódicos o sitios estadounidenses en la web han reproducido tan pocos de mis artículos sobre la tortura, que considero seriamente que no me preocuparé de escribir éste.
Hemos encontrado a los nazis, y somos nosotros mismos.
………….
Ted Rall, presidente de la Asociación de Caricaturistas Editoriales Estadounidenses, es autor de los libros
"To Afghanistan and Back" y "Silk Road to Ruin." Visite su sitio en la red www.tedrall.com

jueves, 3 de septiembre de 2009

Ho Chi Minh, un símbolo de la lucha contra el imperialismo.



David Arrabalí
MUNDO OBRERO.

Ayer 2 de septiembre hizo 40 años que murió Ho Chi Minh, considerado una de las principales figuras de la lucha contra el imperialismo y por la liberación de los pueblos.
El revolucionario vietnamita, junto a su pueblo, se convirtieron en un símbolo de la lucha contra el colonialismo y explotación por parte de las potencias capitalistas internacionales del denominado Tercer Mundo. Su nombre destaca entre los grandes referentes mundiales de la izquierda comunista, mucho más allá de los límites de su país.
El triunfo vietnamita contra Estados Unidos demostró que era posible derrotar al imperialismo pese a la enorme disparidad de recursos. En el mundo entero grandes contingentes populares se movilizaron en solidaridad con la revolución vietnamita y la figura de Ho Chi Minh alcanzó un merecido prestigio mundial.
El ejército popular organizado por Ho Chi Minh derrotó a tres de las potencias imperialistas más poderosas del momento: Francia, Japón y Estados Unidos. Estos no escatimaron medios de destrucción masiva y masacraron al pueblo vietnamita.
Ho Chi Minh venció a quienes trataron de oprimir y explotar al pueblo, incluso a Estados Unidos, que dominaba el mundo y que trataba de imponer el capitalismo.
Nació el 19 de mayo de 1890 en Annam, en el norte del actual Vietnam, que en aquel tiempo llevaba ya 30 años bajo la ocupación colonial francesa, cuyos abusos imperialistas presenció desde su más tierna infancia.
Hijo de un médico naturalista, estudió en Saigón. Después de la humillación de su familia y la destitución de su padre como funcionario, decidió emigrar por las duras condiciones sociales del país y por la opresión de la potencia colonial sobre ellos.
En 1912, tras un largo y complicado viaje recaló en Londres, donde trabajo por un escaso salario durante tres años, como mozo de hotel y retocador de fotografías, lo que hizo que sus convicciones izquierdistas se afianzaran.
En París toma contacto con los incipientes movimientos anti colonialistas y se afilia al Partido Socialista Francés, en cuyo congreso de Tours votó con la mayoría internacionalista que decidió adherirse a la III Internacional.
También comienza a destacar como activista, participando en la fundación de la Sección Francesa de la Internacional Comunista, luego rebautizada como Partido Comunista Francés (PCF).
Empieza a trabajar como redactor de L'Humanité y después fundó el periódico El Paria, donde escribirían los dirigentes revolucionarios de los países coloniales. En este contexto conoció a importantes personalidades del marxismo y del movimiento obrero internacional.
Aquí comienza una etapa fundamental en su vida, con una enorme producción intelectual, incluida su faceta como poeta. En sus artículos y escritos se visualiza su enorme compromiso de la lucha contra el imperialismo y en contra de la opresión de los pueblos dominados por el colonialismo.
En la conferencia de Versalles destaca por sus intervenciones en contra de la opresión y en pro de la igualdad de derechos para la colonia de Indochina.
De París se trasladó a Moscú, donde formó parte de la Internacional, y luego a China, para cooperar con el Partido Comunista Chino, terminando de completar allí su formación política y militar.
El 1927 escapó de China después de los sucesos contra revolucionarios que se producen en aquel país, pasando a la clandestinidad, desde la que organiza huelgas y levantamientos armados en Siam (actual Tailandia), Birmania y China.
Fundó el Partido Comunista de Vietnam en 1930, pero luego fue detenido otra vez más. Después sucedió un cambio de dominación inesperado pues Indochina que era de dominio francés pasó a ser japonés por una invasión de estos ese mismo año.
En 1940 fue liberado y regresó a su país, creando el Frente para la Liberación de Vietnam (Viet Minh) que lucharía durante cinco años contra la ocupación japonesa hasta la expulsión de estos de Vietnam.
Los nacionalistas chinos ocuparon el norte del país mientras las tropas inglesas entraron por el sur. También los franceses querían recuperar sus dominios coloniales y volvieron a ocupar el país mientras guerrilleros vietnamitas rechazaban a los chinos en el norte y liberaban aquella zona.
El Vietminh declaró la independencia el 2 de septiembre de 1945, fundándose la República Democrática de Vietnam, pero los planes imperialistas para la región no contemplaban la independencia sino un nuevo reparto de la zona entre las potencias capitalistas. El 24 de noviembre de 1946 los franceses bombardean Haiphng matando miles de civiles. El pueblo reaccionó el 19 de diciembre con una insurrección general.
El ejército francés es derrotado y Ho Chi Minh es proclamado primer presidente de la República Democrática de Vietnam. Pero Vietnam del Sur, bajo la conducción de Ngo Dinh Diem, se niega a convocar elecciones con el apoyo de Estados Unidos, ante la previsible victoria electoral de Ho Chi Minh
El general Eisenhower creía que un 80% de vietnamitas habrían votado por Ho Chi Minh, por lo que el departamento de estado norteamericano decide facilitar apoyo militar al sur para contener el comunismo y mantener su influencia en la zona.
A la guerra contra Francia sucedió la guerra contra Estados Unidos. Ho Chi Minh impulsó y ordenó el apoyo a las guerrillas, formando el Frente Nacional de Liberación (FNL), y el Viet Cong, nombre que recibía su guerrilla de liberación.
Murieron más de 5 millones de vietnamitas y 3 millones padecieron los efectos del agente naranja, una potente arma química. Durante la guerra se lanzaron más de 7 millones de toneladas de bombas y 100 mil de sustancias químicas tóxicas. O sea, más bombas que las arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Ho Chi Minh murió el 2 de septiembre de 1969, en su modesta casa de Hanoi a la edad de 79 años, de un paro cardíaco.
Murió sin ver culminada la obra de una vida dedicada a la revolución. Para los vietnamitas él venció a Estados Unidos, y cuentan que tanques victoriosos llevaban una pancarta que decía: Tú siempre marchas con nosotros, Tío Ho.