Se
informa de un presunto plan de agentes iraníes para atentar contra
las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Washington, en complot
con elementos de los carteles mexicanos de la droga. El vice
presidente de EE.UU. (el "policía malo" en la mancuerna con Obama)
anuncia que habrá consecuencias para Irán y que todas la opciones
están sobre la mesa.
Oportuno complot que seguramente llevará la atención de los electores estadounidenses, de la crisis estructural del capitalismo financiero, hacia el temor recurrente del terrorismo internacional.
Así
funcionan las relaciones internacionales, un sólo Estado investiga,
evalúa sus propias pruebas y en base a sus propios criterios -e
interés- ejecuta sumariamente la sanción, que generalmente se
traduce en decenas o cientos de miles de inocentes asesinados y naciones en ruinas. Todo
en uno: fiscal, juez y verdugo.
-LCR