Uno de los pensamientos más comunes entre viejos y jóvenes, es aquel que reza que, “la injusticia social siempre existirá, porque siempre ha existido y contra eso no se puede hacer nada.”
La otra vez conversaba con una muchacha y un muchacho de mi facultad sobre ese tema y ambos afirmaban con absoluta vehemencia, que este país esta condenado a sufrir, por los siglos de los siglos, períodos alternativos de PRD, arnulfismo o cualquier otro partiducho de esos que quizás gane. Que aunque todos roban, hay que votar por alguno, porque si…
Verdaderamente me niego a unirme a ese pensamiento pesimista, que es como una condena al fuego eterno en vida.
La historia de la sociedad humana esta repleta de miles de ejemplos de colectividades que se rebelaron contra lo injusto. Si fuese cierto que nada cambia, estaríamos aun en la barbarie, o en la esclavitud donde el esclavo era considerado un bien mueble o estaríamos aún en la época feudal viviendo alrededor del señor feudal, rindiéndole tributos para poder subsistir.
Pues si, señoras y señores, por todas esas épocas ha pasado nuestra humanidad, y a mediados del siglo XIX entramos a la época del capitalismo, época que aún vivimos.
Las etapas no pasan de una a otra por combustión espontanea o dirigidas por la voluntad de tal o cual individuo iluminado o de manera pasiva y desapercibida.
Los saltos de una etapa a otra, los cambios en nuestras sociedades se gestan en las luchas y en las contradicciones que surgen entre las clases sociales que conforman una sociedad, entre explotadores y explotados, que tienen intereses diametralmente opuestos.
Así ha sido siempre desde el nacimiento de la sociedad, “la lucha de clases es el motor de la historia.” Entonces, ¿porqué hay gente que afirma que no habrá más cambios en nuestra sociedad? ¿En qué se basan? ¿Acaso creen qué vivimos en una sociedad tan “buena” que no existen contradicciones de clase social?
El pueblo, que somos la gran mayoría que se gana la vida trabajando, tiene en la actualidad muchisímas contradicciones con la clase económica, política y socialmente dominante, los ricos. De allí surgen la inmensa mayoría de los conflictos que agitan nuestra sociedad permanentemente y que sólo encontraran resolución, cuando el pueblo ejerza su legítimo derecho a gobernarse.
Mientras los ricos sigan gobernando, sus intereses serán el principal interés del Estado. La toma del poder por el pueblo, los intereses de la inmensa mayoría hechos realidad son un hecho concreto que deberá darse como parte de la evolución histórica de la sociedad humana y de la lucha de los pueblos por justicia.
El fatalismo de decir que “no hay más nada que hacer”, de anunciar el rendimiento de la humanidad ante la injusticia social, de rendir al pueblo a la resignación, no tiene ningún asidero científico ni intelectual. Ese pensamiento que congela las ruedas de la historia, sólo es reflejo de la dominación que puede ejercer el sistema capitalista dominante sobre nuestras mentes.
La liberación de nuestras mentes es un reflejo de cómo es la liberación de la sociedad, surge del enfrentamiento de los conceptos que nos ha programado el sistema desde que somos niños, contra aquellos conocimientos que busquemos para entender nuestro mundo, más allá de lo aparente. En ese proceso caen los prejuicios y se abren las mentes.
Por: LACR, 30 de abril de 2007