sábado, 18 de octubre de 2008

La revolución Christian Dior en Venezuela

Para ganar el combate político que vivimos en Venezuela, y lograr la construcción de la patria socialista, debemos comprender -necesaria y obligatoriamente- que toda lucha de clases se sustenta en la lucha ideológica. En lo que Fidel Castro llamó hace pocos años la Batallas de las Ideas. En la creación, pues, de toda una cultura subversiva, contrahegemónica, o una contracultura, como lo planteara Antonio Gramsci cuando intentaba sustentar ideológicamente la lucha política que lideró en Italia. (Recordemos que Gramsci fundó revistas, periódicos y lideró toda una actividad intelectual de agitación para lograr la liberación cultural del proletariado italiano y europeo).

Se debe generar un debate ideológico que ayude a fortalecer y elevar la conciencia revolucionaria de los venezolanos que creemos en el socialismo como camino para lograr la elevación intelectual y espiritual de nuestro pueblo, o de aquellos que creemos en el comunismo, si lo prefieren.

Esta lucha de clases, este combate de las ideas, esta subversión cultural, esta guerra de guerrillas ideológica, debe identificar, primero que todo, al enemigo histórico del comunismo: al capitalismo. En todas sus formas, olores y colores. Debemos identificar las medias tintas y enfrentarlas con ideas, desmantelar el discurso de los que dirigen el Estado burgués que hoy se resiste a morir en Venezuela, denunciar la alianza de los sectores “revolucionarios” con la burguesía nacional y el capital internacional, a los sectores reformistas que pretenden cambiar todo para que todo siga igual, a los dirigentes del “proceso” que años atrás fueron de Acción Democrática (AD), COPEI, Movimiento Quinta República (MVR) y hoy están en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y otras instancias de poder como ministerios, gobernaciones, alcaldías y demás instituciones y empresas del Estado venezolano. Debemos comprender nuestro pasado reciente, nuestra historia, para verificar que todo, a pesar de los intentos enorme que hace el Gobierno nacional, sigue igual. Que la cultura adeco-copeyana sigue intacta. Que AD fundó en Venezuela una filosofía política que alimentó las instituciones públicas y privadas del país, es decir, el pensamiento filosófico del venezolano, nuestro imaginario social, que no somos más que una nación que adquirió el capitalismo como modo de vida, pero con una versión caribeña y folclórica.

Hace pocos días, el escritor mexicano Fernando Buen Abad escribió una crítica sobre la Cumbre de Ministros de los Países no Alineados en materia de Comunicación, celebrada en Margarita. Tema que justamente entra en sintonía con la lucha de clases (armada con ideas), con la crítica para identificar los disfraces y las mentiras. En el debate ideológico que necesitamos para saber qué queremos y cómo lo conseguiremos. Socialismo o capitalismo, no hay otro camino posible, lo demás son eufemismos que permiten los reacomodos fáciles de los viejos modelos políticos, sociales y económicos (esclavismo, positivismo, colonialismo, funcionalismo, liberalismo y neoliberalismo) que siguen generando pobreza en el mundo.

“Nada ‘nuevo’ habrá si no es Socialista -dice Buen Abad-. La ‘“Guerra Mediática’ que agudiza sus agresiones contra los pueblos no admite eufemismos ni admite reformismos. No hay ‘nuevo orden’ posible mientras el orden superior sea impuesto –directa e indirectamente- por el capitalismo y mientras la legislación burguesa en materia de mass media sea reino administrativo de burocracias, sectas o mafias de intelectuales mansos. El capitalismo… maquilla sus vicios más viejos y se prepara para cometer las atrocidades más insospechadas haciéndolas invisibles con ayuda del aparato ideológico burgués inoculado por (con) sus medios alienantes”.

El presidente Chávez ha comprendido la actual guerra de las ideas, que permitiría al pueblo venezolano desmitificar al Estado burgués, comprender cómo la propiedad privada genera exclusión y pobreza, cómo la empresa privada explota a los trabajadores y enriquece a las clases dominantes, cómo los medios de difusión masiva alienan y pretenden controlar nuestras vidas y voluntades (medios que se comportan como empresas privadas: dominación y obediencia). No es casual que Chávez, hace tres semanas, retomara la idea de construir una escuela de formación de cuadros que nos permita formar a nuestros militantes en todas las áreas: política, ideológica, militar, ética, comunicacional… En fin, formar militantes en lo político y en lo ideológico, sobre todo en lo ideológico. Por eso la cita que hacemos de Buen Abad, porque es uno de lo pocos que defiende la idea de formar internacionalmente una escuela de militantes para la comunicación socialista, comprendiendo, por supuesto, que esa militancia debe tener una fortaleza ideológica que le permita identificar cualquier paradigma que vaya en contra de la dignidad humana, en contra del socialismo. Una militancia capaz de crear su propio mensaje, de desmontar la guerra mediática dirigida por la prensa mundial en contra de los pueblos del mundo. Una escuela de cuadros políticos, ideológicos y comunicacionales que nos permita ganar la lucha política por el socialismo. El Presidente Chávez comprende esta necesitad… sin embargo todo sigue igual en algunas mentes retrógradas y reaccionarias, o como Chávez llamó: en las oligarquías bolivarianas, que pretenden usufructuar la voluntad popular.

Hoy tenemos una experiencia que tímidamente apunta a lo que Fernando Buen Abad viene señalando desde hace unos años: una escuela de formación de cuadros llamada Escuela del Poder Comunal Salvador de la Plaza , integrada por unos 500 miembros de los consejos comunales y de las comunidades más pobres del estado andino de Mérida, en Venezuela. A través de este espacio se pretende elevar la conciencia revolucionaria del pueblo, de entregarles herramientas teórico prácticas en lo político, ideológico y comunicativo para establecer una nueva cultura política y comunicativa, para permitir la participación política de las mayorías, para fortalecer la conciencia de clases, y sobre todo para construir un imaginario social que nos permita reconocernos como pueblo con identidades multiétnicas, alejado de toda pretensión unidimensional, como de hecho nos han sometido.

Sin embargo, siempre es necesaria la pregunta: ¿qué tan preparados estamos para ello? ¿Habrán comprendido los funcionarios de gobierno su papel histórico ante el país? ¿Están concientes de la lucha de clases que debemos consolidar para barrer con cualquier modelo político o filosófico que pretenda perpetuar la pobreza, la dominación, y la exclusión de los pobres del mundo? El panorama se dibuja un tanto difícil: la revolución Christian Dior, la de la elegancia, el derroche, la apariencia de muchos de nuestros funcionarios de gobiernos, de los “líderes de la revolución”, el “quítate tú pa’ ponerme yo” es lo que predomina, la dedocracia termina imponiendo la directiva del PSUV hoy, y mañana a los “candidatos de la revolución” para las elecciones regionales. Corre peligro cualquier posibilidad de construir el socialismo. ¿Estamos conciente de ello?

Cual si se tratara de la Francia de Luis XVI, los líderes que dirigen el “proceso” repiten: “El Estado soy yo”. Y con ello pretenden borrar cualquier crítica seria. No faltarán, por supuesto, los dedos que me señalen como escuálido; pero, aclaro, no soy ni escuálido ni chavista, soy marxista de formación y creo en el socialismo y en comunismo. Si no comprendemos las desavenencias que estamos viviendo hoy perderemos toda posibilidad de participación política conciente, de exaltación de los principios de todo revolucionario: de respetar la alteridad y la comunicación como espacio para fortalecer nuestra identidad como pueblo, de buscar o consolidar una filosofía del amor, del bienestar social y espiritual de todos, y no una filosofía de la muerte, de la exclusión, del “cállate, aquí mando yo”. No, camaradas, el Estado no son ustedes. Las prebendas son para los cadáveres políticos que medraron a la sombra de la doctrina del “disparen primero y averigüen después”, para los puntofijistas de ayer que hoy visten de rojo. ¿Por qué asustarnos cuando afirmamos que el pueblo debe necesariamente entender de pensamiento político, ética política, ética ecológica, comunicación y periodismo, investigación? Seguro los burócratas de oficio –que sobran-, los mediocres políticos de profesión, y los pequeños burgueses de esta “revolución” temen a cualquier propuesta seria que apunte a una escuela de formación de cuadros políticos, de militantes del socialismo ideado por Marx, sobre todo porque se le enseñe al pueblo Ética y Pensamiento Político, comunicación y periodismo, porque se caería abajo la Revolución Christian Dior que a poco se va imponiendo en Venezuela.

lunes, 13 de octubre de 2008

Los comunistas venezolanos responden a Hugo Chávez


Tribuna Popular

Ante las insistentes declaraciones contra el Partido Comunista de Venezuela realizada por el Presidente Chávez en esta semana, acusándolos de contrarrevolucionarios y traidores, incluso la advertencia de que “los vamos a desaparecer (…) Yo me voy a encargar de eso". Tribuna Popular conversó con Oscar Figuera, secretario general del PCV, quien hizo una primera aproximación al tema, advirtiendo que sería el Buró Político que en forma colectiva analizará sus expresiones, este lunes 13, para emitir un pronunciamiento de fondo.

El dirigente comunista lamentó que el Presidente Chávez, en el marco de una coyuntura electoral, tenga que decir que los comunistas somos traidores y contrarrevolucionarios “me imagino que le dolerá en su conciencia tener que decirlo”, dijo.

Ningún traidor y contrarrevolucionario ha sido militante del PCV

Figuera fue enfático en señalar que ningún traidor y contrarrevolucionario ha sido militante del Partido Comunista, recordando que el Presidente Chávez y el pueblo saben que los contrarrevolucionarios y traidores no están, ni han estado en el Partido Comunista, “todos ellos han salido de organizaciones distintas al Partido Comunista”, recordando que “el pueblo sabe donde militaba Michelena, Peña , a que respondía el General (r) Rosende, donde militaba Acosta Carlé; el pueblo sabe donde militaban alcaldes, gobernadores, diputados, ministros que han saltado la talanquera, etc., ninguno de ellos han sido militantes del Partido Comunista”.

“Hay un hecho histórico, hay una constatación empírica de que no es, precisamente, el Partido Comunista el que traiciona y el que conspira contra la revolución”, declaró Figuera.

El secretario general del PCV, precisó lo peligroso que son estos señalamiento, porque ello permiten que los traidores y contrarrevolucionarios se mimeticen, mientras se direcciona una línea anti PCV que no le sirve a la revolución. “Ninguna revolución que se precie de tal puede ser anticomunista”, sentenció Figuera.

“La pertenecía al Psuv no determina la pertenencia a la revolución”

Oscar Figuera, en el análisis que realiza de las declaraciones del Presidente, señaló que “no debe ser la pertenencia al Psuv, la que determine la pertenencia a la revolución”.

Recordó que el Partido Comunista, en el momento que se planteó la construcción del partido del Presidente, hizo un Congreso extraordinario en marzo de año 2007, en el cual, el 95% de sus militantes democráticamente resolvieron no disolver al PCV para ir a la formación del nuevo partido.

Una de las razones que señala Figuera para esa decisión de los comunistas venezolano, era “que no estaba claro el carácter del partido que el Presidente estaba promoviendo”.

Asimismo, no hubo una valoración cualitativa de su militancia, abriéndose el partido a todos (as) los (as) que quisieran entrar “su condición de militantes revolucionarios (a), su extracto social; de si era patrón (a), de si era latifundista, de si era corrupto (a), de si era revolucionario (a) y quienes militamos en el Partido Comunista lo hacemos porque somos un partido de clases, con un perfil clasista, con una ideología definida, con una postura política de carácter nacional e internacional, histórica”, explicó el dirigente.

El Partido Comunista frente a ese cuadro político en que se daba la formación del Psuv, no estaba, ni estamos hoy, en condiciones de disolvernos para militar en una estructura donde no está clara la concepción orgánica, “aunque si se tenga un discurso general de carácter antiimperialista, que nosotros compartimos, pero eso no es suficiente para nosotros”, declaró Figuera.

Para el PCV es una sorpresa que el Presidente vuelva a un debate que quedó saldado el año pasado e insista en que quien no se une al Psuv no está con la revolución “Pareciese que hay una reiterada suerte de penitencia porque el Partido Comunista no decidió disolverse”, agregando que “así como consideramos importante la construcción del Psuv, también debe considerarse la posición de los comunistas venezolano de no disolver el Partido”.

Cuando no existía el Psuv, el MVR; cuando muchos de los que hoy se desgarran las vestiduras asumiéndose la condición a ultranza de “revolucionarios (as)” militaban en AD y Copei, cuando la palabra socialismo era prohibida y perseguida por las dictaduras de Gómez, Pérez Jiménez, de AD y Copei, el Partido Comunista de Venezuela ya existía “nosotros acabamos de cumplir 77 años luchando en Venezuela por el Socialismo”, enfatizó el dirigente.

“Valoramos las palabras del Presidente en un sentido meramente electoral. Estamos en un momento de disputa electoral, de conquista del electorado y, generalmente en estos momentos, se exacerban el carácter de los discursos. Así vemos esos planteamientos” dijo.

Cabe recordar que el Partido Comunista de Venezuela está apoyando y trabajando por el triunfo de candidatos que pertenecen al Psuv en 16 gobernaciones del país, mientras que sólo en seis estados en donde entregó el apoyo, en conjunto con otras fuerzas políticas, a candidatos no pesuvista, dos de ellos comunistas como son las caos de Eduardo Linarez en Yaracuy y Armiche Padrón en Sucre, mientras que el Psuv, no apoya a ningún candidato a gobernador y alcaldía, que no sea de los suyos.

Al Partido Comunista no lo desaparecerá nadie

El diputado Oscar Figuera al analizar las expresiones del Presidente Chávez “los vamos a desaparecer (…) Yo me voy a encargar de eso", señaló “El presidente Chávez debe tener en claro lo siguiente, al Partido Comunista no lo desapareció de la tierra, ni de Venezuela, ni Juan Vicente Gómez, ni Marco Pérez Jiménez, ni la lucha armada de los 60, ni todo lo que significo la corrupción y el clientelismo, manirrotismo, ni la época de la dominación oligárquica liberal, denominada “cuarta república” y estamos convencido que tampoco nos desaparecerá del mapa éste proceso”

Figuera afirmó que el proceso revolucionario lo que hace al Partido es brindar la oportunidad de crecer y avanzar, “Y lo estamos haciendo, desde una postura de compromiso con la revolución, de compromiso antiimperialista y de compromiso con el socialismo y compromiso con la clase obrera”, dijo.

Figuera señaló que “mal puede llamarse contrarrevolucionario y traidor a quienes defendimos, a capa y espada, los derechos del pueblo, frente al imperialismo”, recordando que en los últimos tiempo, el PCV asumió la lucha y acompañamiento a los trabajadores de Sidor, mientras otros no se atrevían a hacerlo; cuando el PCV asumió la posición de denuncia al neofascismo en Colombia rechazando la visita de Uribe a Venezuela “de verdad, el pueblo venezolano sabe quién es el Partido Comunista de Venezuela”, dijo su secretario general.

La Alianza Patriótica un carácter estratégico

El dirigente comunista le extraña la posición del Presidente Chávez frente a las candidaturas, cuando lo que se está dando son los propios lineamientos que él entregó, al momento de discutirse la formación de la alianza.

Figuera recuerda, que el Presidente señaló que la Alianza Patriótica tenía un carácter estratégico, aunque discutía lo electoral, pero que la coyuntura no debería ser factor de quiebre entre los factores revolucionarios.

Además, recordó el diputado, que fue el propio Presidente quien señaló que lanzáramos nuestros candidatos y que fuera el propio pueblo el que decidiese por quién votaba “eso lo consideró correcto el Partido Comunista y en ese contexto es que hemos apoyado 16 candidaturas a gobernaciones del Psuv, pero hemos considerado que en seis estados, desde nuestro criterios, no debemos apoyarlas. En base a ese acuerdo que el Presidente señaló públicamente hemos estado actuando”, dijo Figuera.

Finalmente, el secretario general del PCV, señaló, “de verdad, verdad, los que no entendemos somos nosotros. Parece que hay una suerte de no entenderse. No entendemos porque un discurso de este tipo, hace meses atrás, hoy es olvidado”.

sábado, 4 de octubre de 2008

Definiciones

Una posición sobre el debate político en la izquierda panameña. ARTÍCULO ORIGINAL: ¿A DÓNDE VA AEVE?

Es incuestionable que para derrotar a la burguesía y al imperialismo, es necesario que el movimiento popular, prepare todas las formas de lucha, creo que no hay luchador social verdadero, que cuestione esto.

Pero hay que saber distinguir, analizar y estudiar las coyunturas, para no exponernos mansamente a una derrota popular más, ya tenemos muchas a través de la historia de nuestro continente y es hora de aprender.

Lanzarse a la lucha electoral, sin haber acumulado poder popular, es tan tonto como lanzarse a la lucha armada, sin haber hecho el trabajo político para sustentar esa lucha armada, además, se debe contar con las condiciones objetivas y subjetivas que sustenten el proyecto. ¡Cuidado con el foquismo debrayista versión electoral.

La historia de las revoluciones clásicas, el aporte de los teóricos revolucionarios clásicos, es imprescindible para preparar la lucha, al igual que el ejemplo de aquella resistencia y construcción hegemónica revolucionaria que llevan los pueblos del sur de América... ¡pero pilas! al menos los que luchamos desde el campo teórico del marxismo leninismo, no podemos caer en el absurdo de trasladar realidades de un determinado espacio, calcadas como recetas, esperando que si funcionaron en otros países, entonces funcionaran en el nuestro. Desde el punto de visto del estudio dialéctico de la realidad político-social, es un error primario.

Hacer esta crítica, al foquismo debrayista electorero, de ningún modo es una posición antipartido, al menos no lo debe ser para un revolucionario. El Partido es la instancia organizativa, que cuenta con los cuadros encargados de orientar las luchas populares hacia la victoria revolucionaria y la construcción del Socialismo.

Quizás debí tratar de decir esta definición de forma no tan panfletaria, pero a lo que quiero llegar, es que en todo frente social, en todo movimiento social, que tenga vocación de poder, la construcción del Partido es fundamental y debemos tener claro, que esa construcción, no pasa necesariamente, por la construcción de un organismo enmarcado dentro de la legalidad burguesa.

Volviendo a la realidad nacional, es evidente -y no creo ser divisionista ni sectario con este comentario- que sectores del PAP tienen simpatías con sectores de CONATO, que tienen todo un recorrido como traidores a la causa popular, ¿o algún revolucionario saldrá a defender a los burocratas de CONATO? Si quieren construir un partido para el pueblo, hay que construirlo con el pueblo, no con sus enemigos de clase.

Las posiciones en nuestra sociedad se van radicalizando y es hora de las definiciones.

-Luis Calvo Rodríguez