Mi amor, te escribo antes de que llegues
antes de conocernos
despierto he soñado contigo
soñando que estoy leyéndote historias
de un mundo nuevo
en el cual los trabajadores no tienen más dueños
los obreros organizan su trabajo
los campesinos trabajan y piensan juntos
un mundo donde amor y vida
no se reciban en porciones canjeables por dólares
donde ser no sea igual a tener
sueño que te cuento historias de ese mundo
tu sonríes bellamente y me dices
“papá, suena muy lindo,
pero creo que no es posible…”
pasan los años
y la incredulidad dialécticamente
se hace convicción en tus ojos
que acercan ese, este
mundo lindo que te contaré.
-Luis Calvo Rodríguez
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