Al Pueblo de Honduras
Un macabro domingo de junio.
Hace mucho que no asqueaba tanto
a una ciudad
a un pueblo
a una clase en todo el continente
al aire
al derecho proclamado
al agua y las aves
hace mucho que no asqueaban tanto
esos uniformes camuflados
repartiendo orden constituido
en el subsuelo de Lempira.
Sin importar que puerta se toque
las grandes alamedas
sólo se abrirán con la tristeza recurrente
de las balas y la sangre popular
el paso por estos caminos
no será un abrazo de lobos y corderos
ni entrega cordial de los palacios,
después de las tácticas formalidades
la historia se escribirá con el fuego
surgido del barrio y el arado.
-LCR
-LCR
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