Publicado en Rebelión, escrito por Salim Lamrani.
Revisado por Caty R.
Yoani María Sánchez Cordero es una habanera nacida en 1975, aparentemente graduada en Filología desde el año 2000, según anuncia en su blog. Subsiste una duda al respecto pues durante su estancia en Suiza dos años después, cuando se matriculó con las autoridades consulares, declaró un nivel “preuniversitario” como lo demuestran los archivos del consulado de la República de Cuba en Berna.15 Así, después de trabajar en el campo editorial y dar cursos de español a los turistas, decidió abandonar el país en compañía de su hijo. El 26 de agosto de 2002, después de casarse con un alemán llamado Karl G., emigró a Suiza con un “permiso de viaje al extranjero” válido para once meses, frente al “desencanto y la asfixia económica” que reinaba en Cuba.16
Curiosamente, descubrimos que después de huir de “una inmensa prisión con muros ideológicos17”, para retomar las palabras que usa para referirse a su país de nacimiento, decidió, dos años después, durante el verano 2004, dejar el paraíso suizo –una de las naciones más ricas del mundo– para regresar al “barco que hace aguas a punto del naufragio” como califica metafóricamente la Isla.18 Frente a esta nueva contradicción, Sánchez explica que eligió regresar al país donde reinan “los gritos del déspota”19, donde “Seres de las sombras, que como vampiros se alimentan de nuestra alegría humana, nos inoculan el temor a través del golpe, la amenaza, el chantaje20”, “por motivos familiares y contra la opinión de conocidos y amigos”.21
Cuando se lee el blog de Yoani Sánchez, donde la realidad cubana se describe de modo apocalíptico y trágico, uno tiene la impresión de que el purgatorio, en comparación, es un balneario, y que sólo el calor asfixiante de la antecámara del infierno da una idea de lo que viven cotidianamente los cubanos. No aparece ingún aspecto positivo de la sociedad cubana. Sólo se cuentan las aberraciones, injusticias, contradicciones dificultades. Por consiguiente, al lector le cuesta entender que una joven cubana haya decidido dejar la riquísima Suiza para regresar a vivir en lo ella asimila al infierno de Dante donde “los bolsillos se vaciaban, la frustración crecía y el miedo acampaba”.22 En su blog, los comentarios de sus partidarios extranjeros florecen al respecto: “No entiendo tu regreso ¿Porqué no le diste un mejor futuro a tu hijo?”, “Estimada amiga quisiera saber el motivo por el cual decidiste regresar a Cuba”.23
En cambio, algunos de sus compatriotas que viven en el exterior, decepcionados por el modo de vida occidental, también le expresan su deseo de regresar a vivir en Cuba: “Regresaré, “vivo en Miami [desde] hace 7 años […] y a veces también me cuestiono el hecho de si valió la pena el destierro físico”, “Me falta mi gente […].Alguna vez lo haré, volveré a casa con mi esposo alemán- otro loco que está de acuerdo en solicitar residencia allá”, “¿Por qué regresaste?…soledad, nostalgia, añoranza. [Luego, refiriéndose al mundo occidental] caras raras, gente triste y enfadada con el resto de la humanidad sin saber por qué, políticos igual de corruptos y muchos días grises. No hace falta que expliques nada. Hace 14 años no hay soles en mi mapa del tiempo”, “Reenvié [la información] a mi papá quien vive en las afueras de Cuba, quien tiene planes regresar”.24
Una de dos, o Yoani no está en sus cabales para decidir dejar la Perla de Europa y regresar a Cuba, o la vida en la Isla no es tan dramática como la descripción que ella presenta.
En una intervención en su blog en julio de 2007, Yoani relató detalladamente la anécdota de su regreso a Cuba. “Hace tres años […] en Zürich […], decidí regresar a quedarme en mi país”, anunció, subrayando que se trataba de “una simple historia del regreso de un emigrante a su terruño”. “Compramos billetes de ida y vuelta” para Cuba. Entonces Sánchez decidió quedarse en el país y no regresar a Suiza. “Mis amigos creyeron que les hacía un chiste, mi mamá se negó a aceptar que ya su hija no vivía en la Suiza de la leche y el chocolate”. El 12 de agosto de 2004, Sánchez se presentó en la oficina de inmigración provincial de La Habana para explicar su caso. “Tremenda sorpresa cuando me dijeron, pide el último en la cola de los ‘que regresan’ […].Así que encontré, de pronto, otros “locos” como yo, cada uno con su truculenta historia de retorno”.25
En efecto, el caso de Sánchez está lejos de ser un caso aislado, como lo ilustran esta anécdota y los comentarios dejados en su blog. Cada vez más cubanos que escogieron emigrar al extranjero, después de enfrentarse a numerosas dificultades de adaptación y descubrir que “El Dorado” occidental no brillaba tanto como habían imaginado y que los privilegios de los cuales gozaban en casa no existían en ninguna otra parte, deciden regresar a vivir en Cuba.
En cambio, Yoani Sánchez omite contar las verdaderas razones que la llevaron a regresar a Cuba, más allá de las “motivos familiares” que evocó (motivos que su madre no compartió aparentemente, vista su sorpresa). Las autoridades cubanas le concedieron un trato favorable por razones humanitarias, permitiéndole recuperar su estatus de residente permanente en Cuba, a pesar de que estuvo más de 11 meses fuera del país.
En realidad, la estancia en Suiza estuvo lejos de ser tan idílica como había previsto. Sánchez descubrió un modo de vida occidental completamente distinto al que estaba acostumbrada en Cuba, donde, a pesar de las dificultades y vicisitudes cotidianas, todos los ciudadanos disponen de una alimentación relativamente equilibrada a pesar de la libreta de abastecimiento y de las penurias, de acceso a la atención médica y a la educación, a la cultura y al ocio gratuito, de una vivienda y de un ambiente de seguridad (la criminalidad es muy baja en la Isla). Cuba es quizás el único país del mundo donde es posible vivir sin trabajar (lo que no siempre es algo positivo). En Suiza, Sánchez tuvo enormes dificultades para encontrar un trabajo y vivir decentemente y, desesperada, decidió regresar al país y explicar las razones de ello a las autoridades. Según éstas, Sánchez habría suplicado llorando a los servicios de inmigración que le concediesen una dispensa excepcional “para revocar su estatuto migratorio”, y se lo concedieron.26
Yoani Sánchez ha decidido ocultar esta realidad cuidadosamente.
Sigue:
- “La ciberdisidencia” 3/3
Notas
15 Correspondencia con su Excelencia Señor Isaac Roberto Torres Barrios, Embajador de la República de Cuba en Berna, 17 de noviembre de 2009.
16 Yoaní Sánchez, «Mi perfil», Generación Y.
17 France 24, «Ce pays est une immense prison avec des murs idéologiques», 22 de octubre de 2009.
18 Yoaní Sánchez, «Siete preguntas», Generación Y, 18 de noviembre de 2009.
19 Yoaní Sánchez, «Final de partida», Generación Y, 2 de noviembre de 2009.
20 Yoaní Sánchez, «Seres de la sombra», Generación Y, 12 de noviembre de 2009.
21 Yoaní Sánchez, «Mi perfil», Generación Y, op. cit.
22 Yoaní Sánchez, «La improbable entrevista de Gianni Miná», Generación Y, 9 de mayo de 2009.
23 Yoaní Sánchez, «Vine y me quedé», Generación Y, 14 de agosto de 2007.
24 Ibid.
25 Ibid.
26 Correspondencia con su Excelencia Señor Orlando Requeijo, Embajador de la República de Cuba en París, 18 de noviembre de 2009.
Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne -Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Acaba de publicar Cuba: Ce que les médias ne vous diront jamais (Paris: Editions Estrella, 2009). Contacto: lamranisalim@yahoo.fr
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