domingo, 28 de diciembre de 2008

La naturalidad de algunas muertes

Temprano por la mañana, me topo con la noticia del bombardeo masivo de la terrorista fuerza aérea israelí sobre Gaza, hasta esa hora sumaban ciento cincuenta y cinco muertos, a estas horas ya son más de doscientos treinta. Las noticias mencionan como sin querer el tema de los muertos civiles y se concentran en repetir una y otra vez sin descanso la versión del sionismo, que es que se trata de un “ataque defensivo” contra posiciones terrorista del grupo Hamas, eso le basta a los medios de desinformación y control social, para justificar que corra toda la sangre palestina que sea necesaria.


Esta masacre perpetrada por las fuerzas del fascismo sionista, es una forma adecuada y macabra de culminar el año del sesenta aniversario del inicio de este holocausto contra el pueblo palestino.


Duele hasta el hervir de la sangre y el brotar de las lágrimas, constatar como el mundo observa con toda naturalidad la muerte criminal contra los pobres, ¿o alguien cree que si estos muertos hubiesen caído en algún lugar del “mundo libre” esta fuese una noticia más? Ya se hubiese convocado al Consejo de Seguridad de la ONU, para programar una operación libertadora.


Me pregunto en estas horas de impotencia, ¿hasta qué punto se puede ser tan indiferente? Esta es una pregunta sin respuestas, pero siento que debo hacerla para ver si es posible descubrir algo de humanidad, en seres que de humanos sólo parecen tener el biotipo.


Nada es eterno, muchos imperios han nacido y desaparecido a través de la historia y su momento también le llegará a los que hoy abusan de su poderío militar, contra pueblos que no se rendirán. La resistencia vive.


-LCR

1 comentario:

Unknown dijo...

La aberrante deshumanidad con que l@s fascistas siomistas atacan una vez más al pueblo palestino, es una dolorosa demostracion de la violencia con que el imperialismo desnacionalizado -al igual que el capital que defiende e incentiva- se relaciona con los pueblos en lucha bajo la política de la sangre y el fuego.
Es una incitación más camarada para cultivar el odio contra los enemigos de clase, y afianzar el amor a la lucha de los pueblos y sus trabajador@s.