de unos años prematuros
que me piden sentar cabeza
darle la formalidad de las deudas
los horarios y los apellidos comunes
a nuestro amor que ha sobrevivido
refriegas, hecatombes y niñerías.
En eso, una pregunta despierta mis dudas
¿cómo has hecho para soportarme
tantos años?
en esta tierra he sido
un fenómeno, un muro, un molesto susurro
pero tu, zigzagueante, me has amado
¿por qué? me pregunto
cuando mi mente se quiere llenar de temor
en la soledad y en nuestras distancias.
tus labios me acercan
todo es una alegre confusión
una risueña incertidumbre
donde los papeles se repiten sin respuesta.
-Luis Calvo Rodríguez, julio 29 de 2007.
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