martes, 21 de agosto de 2007

Despiden a Osvaldo y a Luigi


"Osvaldo Lorenzo, Luigi Argüelles, su sangre derramada, jamás será olvidada", gritaban ayer unas 2 mil personas que asistieron al sepelio de los dos obreros que murieron la semana pasada en distintos enfrentamientos.

La misa de cuerpo presente se realizó a las 2:00 p.m. en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Carrasquilla, en medio del llanto de los familiares. La fila para ver los cuerpos de los dos obreros parecía interminable. Incluso, durante la celebración, la gente se acercaba a los cuerpos de los trabajadores para darles el último adiós.

Lorenzo, quien murió de un tiro en la axila izquierda, en Chilibre, fue enterrado con un gorro negro, un pañuelo rojo amarrado en el cuello y un suéter blanco con su rostro junto al del Che Guevara. Lo pintó su vecino Víctor Rodríguez.

Argüelles tenía una camisa a cuadros de colores suaves y pantalón oscuro. Su padre, Benjamín Argüelles, lloró desconsoladamente la partida de su hijo.

A eso de las 3:00 p.m., los dos cuerpos fueron llevados en procesión hasta el Jardín de Paz, en Parque Lefevre, a casi cinco kilómetros de distancia.

Los dos féretros fueron enterrados uno al lado del otro. "Solo pedimos justicia", dijo Marcelino Lorenzo, padre de Osvaldo.

Diario La Prensa, agosto 21 de 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

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