El próximo 9 de septiembre, el ex general Manuel Antonio Noriega saldrá de su detención en Miami, su destino, es objeto de polémicas en nuestro país.
Noriega estuvo a cargo del G-2, -inteligencia militar de los golpistas- durante la tiranía torrijista, que torturó, asesinó y desapareció opositores entre 1968 y 1981.
A partir de 1983, toma de hecho el poder en el país y comete en el período, crímenes que pueden atribuírsele, por efectos de la cadena de mando.
En 1987, Estados Unidos le retira su ayuda a la dictadura militar, después de casi 19 años.
En enero de 1990, Noriega se entrega a tropas norteamericanas, después de una invasión genocida, y fue trasladado al estado de
Según
Entonces, si Panamá tiene la obligación de repatriar a uno de sus nacionales, ¿por qué el gobierno se encuentra tan apático a la extradición del ex General Noriega? La respuesta esta en la historia.
El PRD, partido gobernante, fue fundado en 1978, por la dictadura militar y fue su respaldo político hasta la invasión estadounidense de 1989.
Algunos tratan de desvincularlo con la dictadura, pero sólo la mención de algunos hechos, prueban que ambos fueron complementos de un régimen que institucionalizó la sumisión y la corrupción, que siguen tan vivas.
- -Los batallones paramilitares del régimen, estaban formados en su mayoría por miembros del PRD. Estos grupos tuvieron su apogeo, durante el período liderado por Noriega, pues durante el período Torrijos, la muerte y la represión fueron dadas al pueblo, pura y directamente desde los cuarteles.
- -Muchos de los altos personeros del actual gobierno, fueron los hombres y mujeres de confianza de la dictadura militar, que se enriquecieron a costa del sudor y la sangre patria.
- -El candidato de la tiranía en 1989, que fue derrotado en aquellos comicios anulados por los militares, es actualmente, presidente honorario vitalicio del PRD.
La historia esta allí, lo demuestran los vínculos indisolubles entre los militares criminales y su brazo político, hoy en el poder.
Noriega no cumplirá sus penas en Panamá. Hoy no tiene el poder de los cuarteles, pero tiene el poder de saber quienes y que hicieron cada uno de sus cómplices, que impunemente sobrevivieron el fin de la dictadura.
En un año preelectoral, lo último que quieren los politiqueros en el poder, es quedar con el estigma de dejar libre a su viejo compañero de andanzas.
La población permanece confundida, porque la historia reciente de nuestra patria no ha sido escrita, para favorecer el olvido, que ayuda a sostener el status quo.
Somos un pueblo que necesita conocer y escribir su historia, para empezar a soltarse de las miserias que lo someten.
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