¡Imagínese ahora los gritos del mundo libre! Los veríamos clamando por libertad de expresión, de pensamiento, clamando por democracia, por derecho a disentir y un largísimo etcétera. Quizás hasta se organizarían desde Internet, algunas marchas en solidaridad con los pobres muchachos.
Bueno, este hecho es cierto, pero ocurrió en el mundo libre y occidental, y los sujetos que serán objeto de la posible investigación son fanáticos vascos. El mismo, no es un hecho aislado, sino que es uno más, de una larga cadena de conciertos cancelados, concentraciones prohibidas, partidos ilegalizados, detenidos torturados, juicios dudosos, prisioneros enviados a cárceles lejos de sus hogares sin sentido y consultas populares rechazadas por antidemocráticas.
¿Por qué los medios no mencionan el fondo del conflicto? El tema es tratado con la mayor superficialidad, como en las películas de indios y vaqueros: terroristas malignos (los independentistas vascos), luchadores por la paz y la democracia (todos los que se le oponen).
¿Por qué una consulta popular sobre el futuro Euskadi es antidemocrática? Mientras, son de lo más democráticas las elecciones que alternan a la “izquierda” capitalista junto a los descendientes del fascismo.
En tiempo de mentiras, decir la verdad es un acto revolucionario –ha dicho alguien- ese debe ser el sendero para debilitar los muros de la doble moral, no sólo en este caso en particular, sino en cada uno de los frente de lucha de nuestros pueblos.
-LCR
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